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Talones agrietados y secos en verano: hidrata tus pies

Talones agrietados y secos en verano: hidrata tus pies
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En el verano los problemas en los pies se hacen más evidentes, y pueden transformar una ida a la piscina o un paseo a pies descalzos en un momento incómodo. La sequedad en los pies llama la atención principalmente por ser un problema estético, pero se puede convertir en un problema de salud si no se trata correctamente.

¿Por qué? Los factores que pueden provocar los pies agrietados son diversos. El uso de calzado inadecuado o de mala calidad, zapatos que no cuentan con un apoyo apropiado o que no se ajustan bien, el uso excesivo de sandalias o zapatos abiertos… todo ello propicia que los talones se pongan duros y con fisuras. Además, la edad también afecta negativamente a nuestros pies, ya que a medida que envejecemos la piel pierde elasticidad y no reacciona de forma adecuada a los cambios del entorno y temperatura.

Si los pies están resecos, la clave para prevenir y tratar esa condición está en la hidratación con cremas. El mejor momento para aplicar cualquier hidratante siempre es después del baño, porque en ese momento la piel está más receptiva al producto, y hay dos alternativas. La primera es utilizar una crema hidratante común, cuya aplicación hay que repetir por lo menos dos veces al día. La otra opción es elegir productos específicos para la zona del pie.

La piedra pómez no puede faltar en ninguna ducha y más en verano, además existen muchos elementos y productos naturales para combatir este problema. Por ejemplo, una mezcla de limón, agua de rosas, glicerina y bicarbonato de sodio, que actúe como exfoliante, será perfecta, al igual que las mascarillas de aceite de oliva virgen extra que deben permanecer un buen rato sobre nuestros pies (preferiblemente de noche) y bien cubiertos por una toalla o similar, única manera de que estos la absorban y la hidraten.

¿Cómo prevenir los talones agrietados?

Como hemos introducido, la hidratación es fundamental para evitar la sequedad en nuestros talones y pies por lo que hay que tenerla muy presente si queremos evitar la aparición de los talones agrietados. Beber mucha agua (alrededor de 1.5 litros al día según los médicos) es una forma de mantenernos hidratados, evadiendo la tirantez de la piel que surge por falta de la misma.

Aplica exfoliantes de vez en cuando para eliminar aquellos residuos que se nos quedan en la piel. Recuerda que los pies están expuestos a muchas bacterias al estar más cerca del suelo.

El calzado es también muy importante, los zapatos cubiertos evitan el contacto con agentes externos y hacen que los talones sufran menos al no estar expuestos al aire. Y evita siempre caminar descalzo.

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