Piel firme con Radiofrecuencia
Estirar, redefinir, recuperar el tono, reducir centímetros, rejuvenecer….. Todos estos deseos pueden hacerse realidad a golpe de ondas de radiofrecuencia que penetran en las piel estimulando la producción de colágeno de forma que, en tan sólo unos minutos y sin apenas dolor, la piel recupera el tono y la firmeza perdidas.
Recuperar la elasticidad de rostro y cuerpo; eliminar bolsas y ojeras; combatir celulitis y redefinir el contorno corporal… Son, entre otros, algunos de los beneficios que avalan el título de “técnica estética de moda” de la radiofrecuencia. Y es que, hasta hace poco, muchos de sus efectos sólo eran posibles previo paso por quirófano.
Básicamente, el objetivo de esta técnica es acceder a las capas más profundas de la dermis para, mediante la aplicación de calor, reestructurar las fibras de colágeno, provocando con ello un estiramiento de la piel.
La radiofrecuencia cuenta con un amplio currículo previo a su “hallazgo” como estrategia contra la flacidez y el adipocito, ya que se ha venido empleando en medicina, especialmente en el campo de la cirugía convencional.
Hoy la radiofrecuencia hace posible combatir de forma eficaz la flacidez en las zonas en las que tradicionalmente los resultados de las técnicas no quirúrgicas dejaban bastante que desear: senos, abdomen, cara interna de los brazos y los muslos y cuello.