La medicina estética puede ser un apoyo emocional
Las operaciones de cirugía estética o de cirugía plástica son procedimientos médicos que buscan mejorar o modificar la apariencia física de una persona. Si bien hay quien podría considerar que estas operaciones son superficiales o innecesarias, hay que saber que para ciertas personas estos procedimientos pueden ser de vital importancia desde una perspectiva médica y psicológica.
Desde un punto de vista médico, hay situaciones en las que la cirugía estética puede ser necesaria para mejorar la salud y el bienestar de un individuo. Por ejemplo, en casos de malformaciones congénitas, como labio leporino o paladar hendido, la cirugía plástica puede corregir estas anomalías y mejorar la función y la apariencia facial del paciente. Es un enfoque funcional de esta medicina. De manera similar, en situaciones en las que se han sufrido lesiones traumáticas o accidentes graves la cirugía estética puede ayudar a reconstruir tejidos dañados y restaurar la función normal del cuerpo.
Sin embargo, el impacto de la cirugía estética va más allá de los aspectos físicos y se extiende a la salud mental y emocional de los pacientes: algunas personas pueden experimentar una gran insatisfacción con su apariencia física, lo que puede afectar su autoestima, confianza y calidad de vida en general. Es complicado vivir con un complejo que condiciona tus relaciones sociales y personales. En estos casos, la cirugía estética puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la salud mental y el bienestar psicológico de la persona.
La llamada dismorfia corporal es un trastorno psicológico en el que una persona tiene una preocupación excesiva y desproporcionada por defectos percibidos en su apariencia física. Estos individuos pueden experimentar niveles extremos de angustia y malestar, y pueden verse limitados en sus relaciones personales y profesionales debido a su baja autoestima y ansiedad, por lo que en algunos casos la cirugía estética puede ser una opción viable para ayudar a aliviar estos síntomas y mejorar la percepción que la persona tiene de sí misma.
Es importante destacar que en estos casos la decisión de someterse a una cirugía estética debe ser tomada de manera informada y en consulta con profesionales médicos y psicológicos capacitados. Desde luego la cirugía estética no es una solución mágica para los problemas de imagen corporal, y menos si estos van acompañados de alguna disfunción emocional o psicológica, pero en ciertos casos sí puede ser un componente importante de un enfoque integral para mejorar la salud y el bienestar físico y emocional de las personas. Porque sin duda la salud mental es también salud.