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El codo de tenista o epicondilitis

El codo de tenista o epicondilitis
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El codo de tenista es una condición inflamatoria que se manifiesta en forma de dolor y por su nombre, podríamos pensar que solo se presenta en deportistas del tenis, pero eso no es del todo cierto.

El codo de tenista o epicondilitis (nombre técnico) es una patología muy común, tiene una incidencia muy alta en tenistas y por esa razón lleva ese nombre, pero cualquier persona que desarrolle una actividad cotidiana utilizando en exceso la musculatura extensora de muñeca y supinadora de antebrazo (la que gira la palma de la mano hacia arriba), será propensa a padecerla, desde limpiadoras, chapistas, peluqueros, fontaneros, albañiles, fisioterapeutas, y muchos otros oficios sin incluir una actividad deportiva en especial.

Con esto no quiero que te asustes o limites tus movimientos de mano al mínimo, solo queremos que entiendas que debes estar tranquilo porque es un problema que tiene una fácil solución cuando se detectan las causas de forma eficaz y rápida.

¿Qué es el codo de tenista?

De forma muy común se conoce como codo de tenista, pero realmente es una tendinitis o tenosinotivis, el sufijo “itis” en lenguaje médico, significa inflamación y esto lo que quiere decir es que la estructura, en este caso el tendón o la vaina que le envuelve, se encuentra inflamada, de ahí que el nombre técnico sea tendinitis cuando solo el tendón se inflama o tenosinovitis cuando se inflama la vaina tendinosa y claro… nos preguntaremos que es la vaina tendinosa y creo que en un ejemplo muy simple lo podré explicar.

Ejemplo: los frenos de la bici están cubiertos con un tubo que suele ser negro y dentro, está el cable metálico que tira de los frenos, ese plástico negro que no se mueve es la vaina del tendón y lo que va por dentro y se desplaza es el tendón en sí mismo. Si uno de los dos se encuentra inflamado y por tanto incrementa su tamaño, esa relación de deslizamiento libre que debe existir entre ambas estructuras desaparece y pasa a estar en un estado de compresión constante.

¿Cuáles son los síntomas del codo de tenista o epicondilitis?

Los principales síntomas del codo de tenista son la aparición de dolor en la parte lateral del codo ante cualquier movimiento de extensión, incluso en un apretón de manos para saludar o el gesto de abrir un frasco de pepinillos. Éste se puede presentar en un punto concreto o afectar más el codo completo o una amplia zona del antebrazo.

También existe dolor a la palpación que sirve como mecanismo de detección del problema para el profesional que lo evalúa.

¿Es muy frecuente?

Realmente si, es una enfermedad muy frecuente en grupos de 40 a 50 años de edad, aproximadamente el 3 % de la población mundial lo padece, pero también se puede producir en personas más jóvenes que practican deportes o actividades que exigen una utilización intensa de esta musculatura. En cualquier caso, es una patología con un buen pronóstico sometido a un tratamiento efectivo.

¿Qué puedo hacer para mejorar?

Algunas de las indicaciones para mejorar esta condición es aplicar un poco de hielo (nunca de forma directa sobre la piel, el hielo puede quemar) para ayudar a desinflamar la zona. Esto se recomienda de forma preventiva, porque no siempre es recomendable luchar contra la inflamación, ésta es la primera fase de la cicatrización y sin pasar por ella es imposible conseguir la curación de ninguna lesión.

  1. Realizar rutinas de estiramiento, para descargar la musculatura y reducir el grado de tensión y tirantez producida por ella en su punto de inserción (los tendones inflamados).
  2. Realizar ejercicios de movilidad de codo, antebrazo y mano, para facilitar el desplazamiento entre el tendón y la vaina tendinosa, recordemos el ejemplo de los frenos de la bici.
  3. En caso de presentar dolor intenso y limitante, bajo prescripción médica, tomar algún antiinflamatorio. Siempre y cuando no sea contraproducente con otro tratamiento que se esté haciendo paralelamente.
  4. Acudir a un fisioterapeuta que realice una evaluación funcional y estructural mediante pruebas especiales, palpación y/o ecografía, para así confirmar el diagnóstico y poder brindar una solución rápida y definitiva.

Si te encuentras en esta situación, puedes mantener la calma, un buen fisioterapeuta te ayudará a superarlo lo más rápido posible. Pero trata de ser paciente, porque es importante valorar que el tendón necesita un tiempo para recuperarse del daño, que en condiciones óptimas podrían ser un par de meses con el trabajo adecuado.

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