Ejercítate durante el confinamiento
En estos días de confinamiento el cuerpo y la mente se resienten. En condiciones normales, aunque no practiques una actividad deportiva, la actividad física que llevas a cabo hace que tu cuerpo esté, más o menos, engrasado. Salir a caminar, subir escaleras, colocar la compra, ir de tiendas… el organismo se mueve en condiciones de vida normales. Sin embargo estos días el espacio reducido y el no poder desplazarnos, unidos a la situación de estrés que vivimos, hace que en el cuerpo se manifiesten dolores, contracturas, tirones…
Por otra parte, la inactividad física está reconocida como uno de los factores de riesgo a todos los niveles: en los niños está muy relacionada con la obesidad y otros trastornos médicos graves, mientras que en los adultos es un factor de riesgo que puede implicar enfermedades cardiacas, coronarias o crónicas.
A todo ello se une que muchas personas en estos días tienen que teletrabajar, lo que incrementa que ciertas posiciones provoquen cargas en el cuello, los hombros, la espalda o las articulaciones. La solución habitual sería ir a un especialista para que nos “recolococase” el cuerpo, pero por razones evidentes a día de hoy eso no es posible. Es necesario por ello intentar, dentro de las posibilidades que a cada uno le ofrece su hogar, estar lo más activos posible.
Eso no significa que ahora haya que hacer unas tablas imposibles o subir 600 escalones a diario, ni forzar al cuerpo más de lo que haríamos en condiciones normales, sino que hagamos algo de ejercicio de forma moderada, puesto que además la realización de actividad física libera endorfinas que aumentan nuestro bienestar por lo que nos ayudan a sentirnos mejor mentalmente.
Cuidado con las tablas de ejercicios de internet, muchas no están realizadas por profesionales o no son de un nivel adecuado, sino para deportistas de más intensidad: si se hace ejercicio físico o deporte con asiduidad no hay demasiado problema, pero el riesgo aparece cuando los que intentan seguirlas son personas que no están acostumbrados a la práctica de ejercicio. Quienes lo hacen habitualmente tienen sus propias rutinas, conocen las técnicas y saben cómo adaptarlas a las circunstancias actuales.
Siempre hay opciones para moverse, como bailar, seguir tablas de aerobic o yoga, o intentar un circuito para caminar por casa durante un rato seguido.
En el caso de los niños es conveniente asegurar que realizan todas las semanas al menos 60 minutos de ejercicio intenso, tanto para que descansen mejor como para que mantengan los niveles de ejercicio físico que se desarrollan habitualmente y descarguen también tensiones y nervios.
Adultos y niños, también en Estado de Alarma, han de hacer suyo el Mens sana in corpore sano.