Consume guisantes frescos, son más saludables
Normalmente las temperaturas empiezan a mejorar en febrero, pero aún así estamos en invierno y la naturaleza sigue todavía bastante dormida en algunas zonas.
Para alimentarnos de forma más acorde con la naturaleza es recomendable consumir alimentos de temporada y de proximidad.
¿Por qué son recomendables los guisantes frescos en nuestra dieta? El guisante pertenece, como la lenteja o la soja, a la familia de las leguminosas. Contienen, por cada 100 gramos, 80 kcal, 5,3 g de proteínas, 10 gramos de hidratos de carbono, 0,4 de grasa y 7,8 de fibra.
Está comprobado que los guisantes pueden ayudar a nuestra salud ocular y protegernos de enfermedades cardiacas y de algún tipo de cáncer. Hay que tener en cuenta que los guisantes no tienen las mismas propiedades si están frescos, secos o congelados.
La dosis diaria recomendada de guisantes frescos es de 120 o 150 g al día en adultos, ya que les aporta una gran cantidad de vitaminas, antioxidantes y enzimas.
El guisante es rico en fibra dietética (en su mayor parte fibra soluble) que facilita la evacuación aumentando el tamaño de las heces. También es una buena fuente de proteína vegetal, que favorece la salud ósea y la mayor fuerza muscular.
Además, los guisantes son ricos en fibra y proteína vegetal, que reduce la descomposición de los hidratos de carbono. Además contienen luteína y zeaxantina, que ayudan a filtrar la luz azul de los dispositivos electrónicos, con lo cual nos ayudan también contra enfermedades como las cataratas,
En su parte negativa, como otras legumbres, pueden producir gases y flatulencias, así como hinchazón en el estómago, por lo que hay que controlar su ingesta.
Por otra parte, los guisantes frescos y los guisantes congelados no tienen más propiedades, ya que en general resultan más dulces que los frescos, pero pierden calorías, grasas, carbohidratos y proteínas.