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Cómo cuidar tu piel si te has quemado al sol

Cómo cuidar tu piel si te has quemado al sol
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Tras disfrutar de un día bajo el sol es esencial brindar a tu piel el cuidado adecuado para prevenir daños y promover su recuperación. Las quemaduras solares son más que un simple enrojecimiento; pueden causar molestias, descamación e incluso daño a largo plazo. Te ofrecemos una guía completa sobre cómo tratar tu piel después de quemarte al sol.

En primer lugar, es importante enfriar la piel afectada: tomar una ducha o un baño fresco ayudará a reducir la temperatura de la piel y aliviará la sensación de quemazón. Sin embargo, evita el agua fría, ya que podría empeorar la situación. Después de bañarte, seca suavemente la piel con una toalla suave, sin frotar, para evitar irritaciones adicionales.

La hidratación es clave en el proceso de recuperación: opta por lociones y cremas que contengan ingredientes calmantes como aloe vera o caléndula, y que ayudarán a reducir la inflamación y aliviar el malestar. Aplícalas con movimientos suaves y uniformes, dándoles tiempo para absorberse completamente.

Evita productos con fragancias o alcohol, ya que podrían irritar aún más la piel.

Beber abundante agua también es fundamental para mantener la piel hidratada desde adentro. Las quemaduras solares pueden causar deshidratación, por lo que es importante reponer los líquidos perdidos., pero mantente alejado de bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden empeorar la deshidratación.

A medida que la piel comienza a sanar, es probable que experimentes descamación. Evita pelar la piel de manera agresiva, ya que esto podría prolongar el proceso de recuperación y aumentar el riesgo de infección. En lugar de eso, exfolia suavemente con un exfoliante suave una vez que la piel haya comenzado a descamarse naturalmente.

Finalmente, recuerda proteger tu piel en el futuro, porque además tiene memoria y puedes volver a quemarte en la misma zona. Usa protector solar con un alto factor de protección (SPF) siempre que estés al aire libre y reaplica cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar. Utiliza ropa protectora, como sombreros de ala ancha y ropa de manga larga, para minimizar la exposición directa al sol.

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