Carillas de porcelana
Se dice, se comenta, que la cara es el espejo del alma. Y en la cara hay muchas cosas a tener en cuenta, la expresión de los ojos, la mirada, la nariz y ¡la boca! ¡Ay la boca cuántos quebraderos de cabeza nos trae a los españoles! Y es que somos un poco vagos a la hora de visitar el dentista como mínimo una vez al año y luego, cuando lo hacemos, hay que aplicar tratamientos más costosos. Como, por ejemplo, las carillas.
La colocación de las carillas es muy sencilla. Se trata de poner unas finas láminas de porcelana sobre el diente y hechas a medida para darle un aspecto de belleza y sumamente atractivo. Generalmente se hace cuando la pieza dental original ha sufrido un desgaste por medicamentos, malos hábitos o ambas cosas y presenta un aspecto sucio o no saludable.
Los resultados son espectaculares y el paciente puede volver a sonreír sin ningún complejo puesto que su dentadura vuelve a ser otra vez bonita.
Es un proceso indoloro con el que muchas estéticas son arregladas de una manera tan simple.
