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Banda gástrica: el método definitivo para la pérdida de peso

Banda gástrica: el método definitivo para la pérdida de peso
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Ya pasó enero con sus festejos y sus excesos, y ya febrero nos encamina a una primavera de ropas más ligeras y más cuerpo al aire. Y estás deseando perder peso, pero de una manera eficaz y definitiva, sin sensación de hambre constante y sin sufrimientos excesivos.

Una de las intervenciones más efectivas es la banda gástrica, que es un tratamiento para la obesidad que permite producir una sensación de saciedad de forma muy rápida, con lo que el paciente come menos, organiza su dieta y adelgaza en un tiempo prudencial. Se aplica cuando el paciente no tiene la capacidad de perder peso con otras medidas conservadoras que ha ido empleando a lo largo de los años.

Consiste en una anilla de silicona ajustable, que colocada alrededor de la boca del estómago reduce el espacio del mismo y hace que los alimentos entren de forma más lenta y se produzca antes la sensación de saciedad. La banda gástrica es una de las cirugías bariátricas (de pérdida de peso) existentes que se emplean para tratar casos de obesidad mórbida; es decir, la que afecta a pacientes que tienen un Índice de Masa Corporal superior a 35.

Las cirugías bariátricas pueden ser malabsortivas, restrictivas o una combinación de las dos. Malabsortivas son las que cambian la forma en la que funciona el aparato digestivo, ya que los alimentos se redirigen para que no atraviesen una amplia porción del estómago y del intestino delgado y así no se absorban algunas calorías y nutrientes.

Las restrictivas, como la banda gástrica, empequeñecen enormemente el tamaño del estómago o su acceso para que contenga menos alimentos, pero el resto de las funciones digestivas se mantienen intactas.

En el caso de la banda, que ciñe la boca del estómago, está conectada, mediante un tubo hueco del silicona, a un reservorio de titanio colocado debajo de la piel. Por ese acceso se rellena la banda con un suero líquido, de manera que esa banda aprieta más o menos la entrada y permite mayor o menor paso de comida.

La colocación de la banda suele realizarse, en la mayoría de los casos, mediante laparoscopia, de manera que no es necesario cortar ni grapar el estómago o el intestino, con lo que la recuperación es más rápida y se reducen el dolor y las posibilidades de infección

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