Balón ingerible Elipse: la mejor solución no quirúrgica al sobrepeso
Sin duda unos de los tratamientos de pérdida de peso que más éxito y mejor aceptación está teniendo en los últimos tiempos es el balón ingerible Elipse. Es un procedimiento seguro y eficaz que consiste en que el paciente ingiere una píldora conectada a un catéter, que una vez en el estómago se llena de suero y se infla. No requiere cirugía, endoscopia ni anestesia, y una vez colocado se realiza una radiografía para asegurarse de que la cápsula está en la posición correcta.
Tras permanecer en el estómago aproximadamente 16 semanas, se abre en el balón una válvula de descarga programada que lo vacía y permite eliminarlo de forma natural a través del aparato digestivo (también denominado tracto gastrointestinal). Un balón gástrico convencional necesita de sedación en quirófano cuando se coloca, y anestesia general en quirófano cuando se retira.
El funcionamiento es que el estómago se siente lleno, envía al cerebro la información de saciedad y de esa forma el paciente, a pesar de haber ingerido una pequeña ración, no tendrá sensación de hambre. Tras unos 4 meses el balón gástrico se disolverá en el estómago y la pequeña parte restante que no lo haga se excretará de forma natural.
Un médico y un nutricionista ayudan al paciente con un plan de alimentación y ejercicio y le enseñan a alimentarse bien y reducir sus raciones para que te resulte más fácil realizar el cambio y mantener una pérdida de peso.
Con el balón gástrico ingerible Elipse el paciente puede conseguir una perdida media de entre los 15 y los 25 Kgs, porque está indicado para personas con sobrepeso o pacientes con obesidad que no deseen realizarse una cirugía invasiva o para aquellos pacientes que tengan alto riesgo anestésico o quirúrgico para realizarse una cirugía.