Aumentan las cirugías íntimas
Vivimos en una época en la que se están rompiendo muchos tabúes relacionados con el cuerpo humano. La moda, las redes sociales, las relaciones personales… todo determina qué aspecto deseamos tener, ya no sólo por complacernos a nosotros mismos sino para gustar.
Casi ninguna persona está satisfecha al 100% con su aspecto físico, y ya se considera normal que haya quien se realiza pequeños toques estéticos, tratamientos e incluso cirugías que cambien lo que no les gusta o les hace sentir incómodos.
Del mismo modo, cada vez es más frecuente que haya quien decida llevar a cabo intervenciones en su zona íntima, con el fin de eliminar los complejos y conseguir una vida sexual plena y placentera, por lo que se ha convertido en una de las ramas más demandadas de la cirugía estética y reparadora. En la intimidad las inseguridades se hacen más presentes y pueden causar problemas de autoestima y relación. Más allá de cuestiones de hipertrofia o asimetría, estas cirugías cada vez tienen más demanda entre mujeres de Sudamérica, Estados Unidos y Europa, únicamente por motivos estéticos.
La cirugía estética genital está dejando de ser un tabú (si bien sigue estando rodeada de prejuicios) y protagoniza la mitad de las operaciones de este tipo que se llevan a cabo en Europa, sobre todo en mujeres. Podemos señalar que hay dos tipos de pacientes principales: las mujeres que sufren algún tipo de complejo y las que quieren rejuvenecer y embellecer sus zonas íntimas.
¿Qué se trata? Hay varias dolencias, desde la incontinencia urinaria, el descolgamiento o el aumento de tamaño de los labios vaginales, del clítoris o de la vagina, desencadenado tras pasar por varios partos, o la insatisfacción sexual derivada de estos efectos; todas son razones para decidirse.
Cirugías íntimas más comunes
Las intervenciones más habituales entre las cirugías íntimas son: labioplastia, liposucción de pubis, vaginoplastia y clitoplastia.
– La labioplastia consiste en una reducción de los labios menores o mayores que aparecen asimétricos, descolgados por razones congénitas o del paso del tiempo.
No sólo se pretende una mejora estética, sino beneficios en el día a día para practicar deportes, mantener una correcta higiene, vestir prendas ajustadas y mantener relaciones sexuales.
– La liposucción de pubis es la cirugía íntima femenina que se realiza para reducir el tamaño del pubis o monte de Venus. La grasa que se acumula en esa zona provoca un aspecto de pubis inflamado, como un abultamiento que desdibuja el área genital y sólo una liposucción proporcionará un resultado satisfactorio.
-Tras el parto, algunas mujeres pueden experimentar cierta laxitud vaginal, a veces hasta el punto de sufrir una disfunción sexual, y la vaginoplastia junta los músculos al mismo tiempo que retira la piel que sobra y elimina la debilidad muscular. A veces se realiza de manera conjunta con un rejuvenecimiento de la zona del perineo.
– La clitoplastia se practica cuando hay un aumento excesivo del volumen del clítoris, que puede deberse a un desequilibrio hormonal entre estrógenos y testosterona, o a la toma de anabolizantes, y puede llevar asociado un aumento de vello. Con esta intervención se consigue restablecer sus dimensiones para ajustarlo a los cánones, manteniendo intacta la sensibilidad.
Es imparable el aumento de estas cirugías íntimas, ya que las mujeres desean tener relaciones sexuales más satisfactorias y los cánones de belleza también están presentes en los momentos íntimos de una forma especial.