¿Por qué es tan popular el balón ingerible?
Sin duda el balón gástrico Elipse ha resultado toda una revolución en el campo de la medicina estética. Es un cambio muy positivo en la forma en que los pacientes se enfrentan a la pérdida de peso a la vez que evitan el paso por el quirófano, que es lo que frena a muchas personas a la hora de someterse a un tratamiento de este tipo.
Ventajas del balón ingerible Elipse
Su principal ventaja es la facilidad de implantación: simplemente se trata de ingerir una pequeña cápsula conectada a una cánula, a través de la cual se irá rellenando de líquido el balón una vez ubicado en el estómago. Como no requiere endoscopia para su colocación ni para su extracción, es un proceso totalmente ambulatorio, tras el cual el paciente se va a casa y sigue haciendo vida normal.
En apenas unos minutos se coloca y tras ello se comprueba mediante control radiológico que está correctamente ubicado. Ni anestesia, ni sedación, el paciente es plenamente consciente del proceso, que es absolutamente indoloro y muy rápido.
Sin duda la ventaja del balón ingerible es que no hay que someterse a ninguna cirugía, y que la pérdida de peso oscila entre los 11 y los 15 kilos, lo que lo convierte en un procedimiento idóneo para perder esa cantidad o como punto de partida para continuar eliminando peso. El tiempo de permanencia en el estómago es de aproximadamente 16 semanas (4 meses), tras lo cual se elimina de manera natural una vez que se ha completado el proceso, puesto que el envoltorio se va degradando y vaciando.
La alimentación durante los primeros tres días consistirá en una dieta líquida y poco a poco, a medida que el paciente se sienta bien, pueda ir incorporando alimentos sólidos, siempre bajo supervisión médica y dependiendo de cómo evolucione.
La sensación de saciedad que aporta el balón Elipse permite iniciar y mantener con éxito todo el proceso paralelo de adquisición de hábitos saludables, que es necesario para mantener con posterioridad el peso obtenido, ya que el paciente tiene que continuar con dichos hábitos una vez el balón es eliminado.