¿Qué necesitas saber sobre la rosácea?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria de la piel que se manifiesta con aspecto de hinchazón y enrojecimiento generalmente en la zona facial (pómulos, nariz, mentón y frente) y principalmente en personas de mediana edad. Puede surgir a cualquier edad, aunque suele iniciarse a partir de los 30 años.
Se desconocen las causas de la rosácea, pero podría deberse a una combinación de factores hereditarios y ambientales. Es importante señalar que la rosácea no es causada por una mala higiene.
La mayoría de los autores la consideran como una enfermedad de origen vascular que se caracteriza por una reacción exagerada de la circulación facial frente a diversos estímulos. En concreto se produce un aumento del flujo sanguíneo y una dilatación de las luces vasculares.
Cuando se agrava pueden desarrollarse otras alteraciones como descamación, edema, engrosamiento de la piel y aparición de granos, especialmente en la nariz (rinofima).
Tratamiento para la rosácea
A día de hoy la rosácea no tiene cura, pero hay medidas preventivas para evitar sus factores desencadenantes, si bien cuando ya ha aparecido hay que esforzarse por mantener la piel limpia y emplear productos para pieles sensibles.
Si bien se trata de una enfermedad más bien estética, los pacientes que la sufren pueden ver limitada su calidad de vida debido a su aspecto, lo que les hace participar menos de la vida social y limitar sus apariciones.
Es imprescindible evitar el sol y usar bloqueador solar diario con SPF de 30 o más, tanto para UVB como para rayos UVA.
Si se emplean cremas con corticoides, se puede notar una mejoría inicial de las rojeces, pero al suspenderlos suele surgir un agravamiento.
La duración de los brotes de rosácea y de este enrojecimiento no es exacto, puesto que depende del tipo de rosácea que se padezca y de cada persona en particular. Es una dolencia latente, cuyo brote medio suele durar alrededor de 3-4 días.