¿Qué es una mentoplastia?
La mentoplastia es el proceso mediante el cual se cambia la estructura visual del mentón para lograr un rostro más armónico. Es una intervención que se realiza a personas que tienen el mentón demasiado pequeño o demasiado grande, descompensado con el resto de su estructura facial. La mentoplastia puede tener un objetivo meramente estético que en ocasiones se acompaña también de una rinoplastia para lograr un resultado global con una mejor simetría y proporcionalidad, ya que es frecuente que las mujeres que tienen una nariz grande o aguileña, también tengan un mentón poco desarrollado.
También hay mentoplastias que se llevan a cabo como parte de la reconstrucción craneofacial después de un traumatismo facial o cirugía de cáncer, por una asimetría lateral o como parte del proceso de reasignación de género.
Existen dos mentoplastias: de aumento y de reducción. A partir de una pequeña incisión intraoral en el labio inferior el cirujano accede al hueso y remodela el mentón, tras lo cual, en ocasiones, para estabilizar los cambios hay que colocar unas pequeñas placas de titanio.
Cuando hay que aumentar el mentón se suele colocar una prótesis en casos muy pronunciados, o inyectar un relleno que puede ser silicona o la propia grasa del paciente si el aumento no es excesivo. Cuando lo que se busca es una pequeña armonización del rostro puede recurrirse al relleno con materiales reabsorbibles, que tiene un margen de más de un año en sus efectos.
Muchas mujeres se someten a una mentoplastia de aumento cuando llegan a la menopausia, porque los cambios hormonales propician la pérdida del óvalo facial y la reabsorción del hueso, con lo que es habitual que la paciente también desarrolle papada.
En términos generales los hombres demandan mandíbulas prominentes y marcadas, asociadas a una imagen de virilidad, y las mujeres quieren mandíbulas mucho más suaves porque les dan un aspecto más delicado y femenino.