Para quemar calorías… ¿es mejor correr o caminar?

Pues depende.

¿Prefieres el running o el fitness?

Si tu objetivo es mantenerte en forma y quemar grasa, lo fundamental es, en cualquier caso, calzarse las deportivas.

Y es que tanto caminar como correr son actividades muy saludables.  Cuando el objetivo es quemar calorías, la diferencia es sólo cuestión de tiempo: para quemar caminando lo que quemarías corriendo durante media hora necesitarás aproximadamente el doble de tiempo.

Correr es un ejercicio aeróbico completo que implica la coordinación de todo el cuerpo. Facilita la combustión de las grasas y tonifica los músculos, resulta un ejercicio ideal para modelar la silueta. Correr ayuda también a fortalecer los huesos, mejorar la resistencia y disminuir la celulitis.

Pero es muy importante correr bien: la parte del pie que debe amortiguar el impacto de la pisada mientras corremos ha de ser la medio/delantera o metatarso. Las articulaciones inferiores soportan en la carrera una carga de dos y tres veces el peso corporal. Es un error demasiado común que sea el talón el que se lleve el primer impacto, y así se incrementa el riesgo de desarrollar artrosis al cabo de los años.

Caminar aumenta nuestra capacidad respiratoria, disminuye el riesgo cardiovascular y el colesterol, activa el metabolismo y el sistema nervioso. Además, controla de forma natural la tensión arterial: previene la aparición de varices y la retención de líquidos. Camina tan rápido como puedas, pero sin fatigarte.

Correr y caminar también aportan ventajas a nivel psicológico porque nos ayudan a desconectar del estrés. Tanto si eliges correr como si eliges caminar, aumentarán las endorfinas y la serotonina que produces, potenciando la sensación de bienestar. En definitiva, correr y caminar son actividades perfectas para estar en forma, y además nos alejan de la depresión y la ansiedad.