La cirugía de banda gástrica se realiza a por medio de laparoscopia, sin abrir y a través de 5 pequeñas incisiones de un centímetro que apenas dejan cicatriz. La banda se coloca sin ajustar a fin de favorecer un postoperatorio confortable para el paciente y es después -en consulta- cuando se ajusta a través de un reservorio que queda colocado bajo la piel y que comunica con la banda por medio de un pequeño tubo.
A través de dicho reservorio y del tubo se infla la banda de manera progresiva, lo que permite un control individualizado sobre la capacidad del estómago de cada paciente. Así se evitan también los vómitos que aparecen en otras técnicas, que no permiten este control sobre el mecanismo implantado.
Dicho reservorio no es visible desde fuera y no produce molestias, ni si quiera tras la pérdida de peso, permitiendo a nuestro equipo ajustar el diámetro interno de la banda gástrica sin complicaciones.
Habitualmente, los pacientes requieren de 2 a 5 hinchados de banda a lo largo de todo el tratamiento. Así, se puede adaptar el tratamiento a cada caso, dependiendo de la respuesta individual a la dieta y la pérdida de peso que presente. Cada hinchado de banda se realiza sin ingreso, sin anestesia y sin molestias.