Miel para tu cuerpo, miel para tu piel
En distintos rankings sobre alimentos completos la miel ocupa siempre un lugar destacado por todos los nutrientes y vitaminas que aporta. Pero es que además son numerosos los estudios que señalan que cuenta con muchos beneficios para nuestra piel, tanto si la consumimos como si la empleamos en cosmética.
Para empezar, la miel, gracias al aporte de minerales y vitaminas indispensables que contiene, mantiene la piel con unos niveles de hidratación que consiguen que luzca más flexible y conserve su elasticidad natural. Además, frente al acné la miel es ideal debido a sus propiedades antibacterianas, porque ayuda a abrir los poros facilitando su limpieza y, como tiene un pH de 3,5, su entorno ácido ralentiza el crecimiento bacteriano.
La miel es un producto natural maravilloso que podemos encontrar en el mercado en forma de cremas faciales, mascarillas capilares, champús, jabones, exfoliantes… Deja la piel revitalizada y muy suave. Asimismo, actúa como regenerante de las células muertas y no es nada agresiva, por lo que se puede usar a diario. También contiene peróxido de hidrógeno, que es el ingrediente que necesitamos para eliminar manchas y cicatrices provocadas por el acné.
¿Sabías que este dulce ingrediente evita la aparición de esos surcos faciales que odiamos? La razón es que contiene antioxidantes, esa sustancia milagrosa que hace que las células se renueven y se retarde el envejecimiento.
Este alimento además puede ser utilizado como un acondicionador natural para el cabello, ya que alisa y nutre las fibras dejándolo suave y manejable. También estimula su crecimiento al nutrir el cuero cabelludo, ya que mejora la salud de los folículos pilosos y activa aquellos que han dejado de producir pelo o que han retrasado su crecimiento.
Siempre se ha dicho que somos lo que comemos y que aquellos alimentos que son saludables también nos aportan muchos beneficios. Por eso, la miel no sólo ayuda en el exterior, sino que cuando la consumimos nos refresca por dentro, otorgando brillo a nuestra piel.
Por dentro o por fuera, como alimento o en productos de belleza, la miel es siempre una gran aliada para nuestro cuerpo.