Los hombres también se cuidan
En los últimos años hemos sido testigos de un cambio significativo en la industria de la estética, con un aumento muy notable en el interés de los hombres en la búsqueda de tratamientos para mejorar su apariencia y bienestar. En España, en particular, esta tendencia ha tomado impulso, desafiando los estereotipos tradicionales de género y ampliando el alcance de la industria estética. Los hombres también se cuidan.
Históricamente, los tratamientos de belleza y estética se consideraban principalmente femeninos, pero en la actualidad, los hombres están cada vez más abiertos a explorar opciones que les permitan cuidar su piel, cuerpo y apariencia en general. Entre los tratamientos más populares se encuentran aquellos que abordan las preocupaciones comunes de los hombres, como el envejecimiento, la pérdida de cabello y el cuidado de la piel.
En lo que respecta al envejecimiento, los hombres buscan alternativas que les permitan lucir frescos y rejuvenecidos: tratamientos como la toxina botulínica, (conocida popularmente como Botox), son cada vez más solicitados. Este procedimiento ayuda a reducir las líneas de expresión y las arrugas, proporcionando un aspecto más juvenil sin resultados exagerados.
La pérdida de cabello es otra preocupación común entre los hombres, y las opciones para abordar este problema han avanzado significativamente. Los tratamientos de restauración capilar, incluidos los trasplantes de cabello y las terapias de estimulación capilar, son opciones populares para aquellos que buscan recuperar su densidad capilar y mejorar su apariencia. Ser calvo es sexy…pero sólo si eliges serlo.
En cuanto al cuidado de la piel, los hombres han adoptado rutinas más elaboradas y buscan tratamientos específicos para mantener una piel saludable y radiante. Ya no basta con lavarse la cara sin más. Procedimientos como la limpieza facial profunda, los peelings químicos y la terapia láser son cada vez más solicitados por aquellos que desean mejorar la textura y el tono de su piel.
En España, esta evolución en las preferencias estéticas masculinas se ha reflejado en el crecimiento de clínicas y centros especializados que atienden exclusivamente a hombres, y centros que atienden tanto a ellos como a ellas.
No hay excusas para no estar guapos; por suerte lo de “el hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso”, se ha quedado en un simple refrán sin validez.