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¿Cómo determina tu rostro el arco supeciliar?

¿Cómo determina tu rostro el arco supeciliar?
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La zona del hueso frontal situada por encima de las cejas constituye el arco supeciliar. Es el reborde o engrosamiento de los huesos que hay encima de las cejas, y su mayor volumen es un rasgo propio de los hombres.

En los humanos lo cierto es que normalmente los arcos superciliares tienen como función proteger cada ojo. Los arcos refuerzan los huesos más débiles del rostro de la misma manera en que la barbilla refuerza las mandíbulas que son comparativamente delgadas. En otros primates no son arcos, sino que el hueso es continuo y no arqueado.

Un excesivo abultamiento de estos arcos produce una imagen ruda, muy relacionada con la imagen de hombres primitivos, por lo que en el caso de mujeres con los arcos muy sobresalientes suelen aportarles un aspecto poco femenino. En algunos casos esta masa ósea es muy abultada. Sin embargo, dado que la prominencia frontal provoca cambios en la manera en que se forman los huesos y los tejidos del rostro, la frente protuberante no puede corregirse.

En esa zona además confluye una rama del nervio facial, el cual constituye uno de los tejidos nerviosos más importantes de la cara. Por eso cuando ocurren lesiones nerviosas y aparece la patología conocida como Parálisis Facial, nos encontraremos con falta de movimiento de este músculo y de muchos otros que realizan expresiones faciales.

Ahí se juntan el músculo corrugador junto al orbicular y el occipitofrontal, que se encargan de mover los párpados superiores y las cejas; es la zona que se activa cuando experimentamos tristeza, angustia o ira.

Reducción de arco supeciliar

Las caras contienen caracteres sexuales secundarios que hacen que los rostros masculinos y femeninos se puedan distinguir fácilmente. Estas características se refieren sobre todo a la forma de la frente, la nariz, los labios, las mejillas, el mentón y la mandíbula. Por eso, en las intervenciones de feminización facial, una de las operaciones que se lleva a cabo es la reducción del arco supeciliar. Para modificar la frente se procede al limado y/o remodelado del seno frontal para suavizar su prominencia y dotar al rostro de menos masculinidad. Si fuera necesario, en la misma intervención también se puede descender la línea del cabello, mediante una frontoplastia, ya que de esta manera se consigue una frente más femenina y se mejoran también los rasgos de los ojos. En los últimos años se ha convertido en un imprescindible para las mujeres transgénero, ya que puede transformar y mejorar la vida de las clientas que desean eliminar los posibles rasgos masculinos perennes en el rostro.

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