pedir cita
Imagen principal

Lipoescultura integral o liposucción

Moldear el cuerpo para obtener una silueta más estética es uno de los objetivos más comunes entre nuestros pacientes.

Las dietas y actividad física son las primeras elecciones cuando se desea remodelar la figura. Sin embargo, algunos depósitos de grasa localizada son difíciles de eliminar incluso para las personas más deportistas y por ello, muchos de nuestros pacientes deciden recurrir a una liposucción o lipoescultura para deshacerse de ellos.

La liposucción permite tratar zonas específicas del cuerpo, reduciendo el volumen de caderas, glúteos o abdomen para alcanzar los resultados deseados por el paciente. Actualmente, existen diversas técnicas para llevar a cabo este tratamiento. Solicita una primera consulta gratuita en nuestra clínica de cirugía estética de Madrid. Nuestro equipo de profesionales se encargará de asesorarte y resolver todas tus dudas para que consigas la imagen que siempre has deseado.

En nuestro centro también podrá elegir diversas fórmulas de financiación.

Nuestros resultados al realizar la liposucción son excelentes, así como la recuperación a la vida laboral y/o cotidiana, pues realizamos un seguimiento exhaustivo y personalizado sobre cada paciente, por eso somos referente en España en cirugía de liposucción.

Le recomendamos que pida una cita personalizada en nuestra Clínica de Cirugía Estética en Madrid para una mejor información acerca de la liposucción y los doctores estarán encantados de resolver todas sus dudas y podrán valorarle y aconsejarle sobre el tratamiento más adecuado para usted.

También te puede interesar: Lipoescultura troncal

Icono de un reloj

Tiempo de intervención

El proceso lleva aproximadamente 3 horas.

Icono de un hospital

Anestesia

Esta cirugía se realiza bajo anestesia local y epidural con cierta sedación para evitar dolores.

Icono de una tirita

Hospitalización

La liposucción es una cirugía sencilla y ambulatoria, no necesita de ingreso hospitalario.

Icono de una libreta y un boli

Resultados

Los resultados son magníficos, ya que los pacientes mejoran su salud y su estado físico. Son apreciables de manera inmediata.

Icono de un cronómetro

Recuperación

El postoperatorio de la liposucción consiste en varias sesiones de presoterapia, drenaje, ultrasonido y, por supuesto, una dieta de apoyo. El paciente podrá volver a su rutina habitual transcurridas 48 horas desde la intervención.

Pida más información

Complete el cuestionario y nuestros expertos se pondrán en contacto contigo.

"*" señala los campos obligatorios

¿A qué hora tienes disponibilidad?

Preguntas frecuentes

En esta sección encontrarás todo lo que necesitas saber sobre Lipoescultura integral o liposucción. Para solicitar más información, contacta con nosotros en el formulario de esta página.

¿Qué es una liposucción?

Se conoce como liposucción a cualquier procedimiento médico quirúrgico que disuelve grasa de forma localizada en el cuerpo para posteriormente extraerla mediante succión con una cánula.

Las técnicas de liposucción han evolucionado a través de los años, hoy en día, se cuentan con procedimientos quirúrgicos más efectivos y menos invasivos como la liposucción asistida por ultrasonidos (LAU) y la liposucción asistida por láser (LAL). Otra ventaja con la que se cuenta en la era moderna es la existencia de microcánulas capaces de llegar a lugares más difíciles, dando como resultado un moldeado más preciso.

Estos métodos modernos adquieren el nombre de lipoescultura, aunque también se entiende como lipoescultura las intervenciones quirúrgicas para el reordenamiento graso en el cuerpo. Es decir, la lipoescultura es un procedimiento en el cual se extrae grasa de una zona específica para ser infiltrada en otra con la intención de proporcionar armonía en la silueta del paciente. Aunque debido a la mecánica de destrucción y succión de grasa, las lipoesculturas no dejan de ser un tratamiento de liposucción.

Procedimiento

El procedimiento inicia con una evaluación médica del paciente. Allí se verificará su condición médica y se diseñará un plan de acción quirúrgico estético. Antes de la cirugía estética, se podrán marcar líneas y círculos en las zonas a tratar, las cuales servirán de guía para conocer los mejores puntos para realizar incisiones como también serán guía para marcar las direcciones en que se debe manipular la cánula.

Al iniciar la cirugía estética, el primer paso será aplicar una solución anestésica al paciente. De acuerdo con el tipo de técnica utilizada y las condiciones médicas del paciente se podrá utilizar anestesia local más sedación, epidural o anestesia general.

El paciente será sometido a un procedimiento donde se disolverá o licuará la grasa indeseada. El proceso de destrucción de la grasa puede efectuarse con el vaivén de la cánula o microcánula, con ultrasonidos o con energía lumínica. En todos los casos, es necesario realizar una incisión para la introducción de instrumentos médicos, ya sea para disolver la grasa o para aspirar la misma. Dependiendo de los instrumentos que se utilizarán en la cirugía estética (cánulas, microcánulas, fibras ópticas…) la incisión puede tener una longitud entre 4 mm y 6 mm.

Cuidados postoperatorios

Tras la realización de una liposucción se deberán emplear fajas elásticas de compresión durante varias semanas con la intención de mitigar las molestias, favorecer un drenaje óptimo y devolverle a la piel su firmeza. Se deberá prescindir de hacer ejercicio físico que requiera esfuerzo durante un mes, aunque se recomienda salir a andar desde el primer día.

Durante el postoperatorio el paciente deberá someterse a varias sesiones de presoterapia para estimular la creación de colágeno y regenerar a piel, anclándola a su nuevo volumen con la consecuente mejora general en el aspecto del cuerpo. Este tipo de técnica favorece el drenaje linfático, la circulación sanguínea, el aporte de oxígeno a los tejidos, reducen la inflamación, combate la retención de líquidos, ayuda a la reabsorción del edema y está incluida en nuestro precio de liposucción.

Además, el paciente contará con un calendario de curas, sesiones de presoterapia y revisiones que será ajustado por nuestro personal especializado. Así, se seguirá la evolución tras la intervención, aplicando los tratamientos adecuados para lograr el resultado esperado lo antes posible.

Aunque los resultados son inmediatos, hay que esperar un plazo de 1 o 2 meses para que desaparezca la hinchazón por completo.

Recuperación tras una liposucción

Tras la intervención se inicia el proceso de recuperación posoperatorio. El proceso de recuperación varía de una semana a 15 días según el volumen de tejido adiposo retirado. Una vez transcurrido ese periodo el paciente podrá reincorporarse a su rutina de forma normal.

Es recomendable que los pacientes realicen caminatas durante el proceso de recuperación, pues esto evitará la creación de coágulos de sangre en las piernas como también favorecerá el drenaje linfático.

Si el paciente practica deportes o actividades físicas que demanden esfuerzos deberán esperar entre cuatro y seis semanas para reintegrase de nuevo a su rutina habitual. La razón de este reposo extenso es cuidar las heridas de la incisión para evitar complicaciones.

En términos generales, la intervención es sencilla y de fácil recuperación.

Ventajas

La liposucción o lipoescultura permite eliminar la grasa localizada resistente a las dietas, pudiéndose apreciar los resultados en muy poco tiempo. Estas células de grasa, una vez eliminadas, no vuelven a aparecer, garantizando así la durabilidad del tratamiento.

¿Qué tipos de luposucción existen?

Liposucción de alta definición

Este método consiste en retirar la grasa localizada, incluyendo la adiposidad que se ubica en las capas más finas en la dermis, con la intención de descubrir los músculos y proporcionarle una alta definición. Esta técnica se diferencia de la liposucción tradicional debido a su gran precisión. Normalmente, los pacientes optan por este tratamiento estético para definir su abdomen, pectorales y hombros. Este método utiliza finas microcánulas capaces de llegar a pliegues difíciles de los músculos para proveer la máxima definición de los mismos.

Lipo vaser o liposucción asistida por ultrasonidos (LAU)

El ultrasonido es una de las tecnologías más novedosas y eficientes para licuar los depósitos de grasa en zonas localizadas del cuerpo. Este método es más amigable con el cuerpo en comparación con la liposucción tradicional, la cual destruye los depósitos de grasa mediante un movimiento de vaivén de la cánula que succiona la grasa.

La lipo vaser o liposucción con ultrasonido disuelve los cúmulos de grasa mediante la acción de una herramienta de ultrasonidos colocada desde el exterior de la piel. Después de haber disuelto la grasa mediante el uso de ultrasonidos, al paciente se le hace una incisión mínima (4 mm) en la piel para extraer la grasa con una microcánula conectada a una máquina de aspirado médico.

Una de las ventajas de este procedimiento es que la grasa obtenida por métodos de licuado por ultrasonido posee una calidad excepcional para tratamientos de infiltración en el cuerpo. Es decir, la grasa succionada podrá ser utilizada para ganar volumen en áreas como glúteos o caderas, o en cualquier otra zona a demanda del paciente.

Liposucción asistida por láser (LAL)

Es una técnica moderna en la cual se crea una pequeña incisión (4 mm) en la piel, a través de la cual se inserta una fibra óptica que enviará un haz de luz o energía lumínica hacia el tejido graso a tratar. Este método disuelve las células cuyo citoplasma está conformado por una gota de grasa, la sustancia grasa resultante puede ser retirada mediante la inserción de una cánula o jeringa conectada a dispositivos de succión.

De igual manera, se pueden aplicar masajes para drenar la sustancia grasa a través de la incisión. Incluso, las células grasas disueltas puede ser dejadas en el cuerpo, ya que al ser tratadas con láser no presentarán propiedades de infiltración. Por tanto, los macrófagos existentes en el organismo se encargarán de eliminarlas.

¿En qué zonas se puede realizar una liposucción?

Las personas que desean optar por una liposucción tienen la libertad de señalar al especialista estético donde desean eliminar tejido graso, incluso, podrán señalar donde desean ganar volumen mediante procedimientos de infiltración de células grasas. De esta manera, la liposucción puede ser aplicada en el abdomen, espalda, caderas, piernas, tórax, papada, rostro… La grasa succionada, si cuenta con la calidad ideal para ser infiltrada, podrá ser colocada o infiltrada en glúteos, piernas, caderas, o cualquier otra zona deseada por el paciente.

¿Para quién está indicada?

Este procedimiento estético está diseñado para pacientes que deseen perder tejido graso en zonas específicas de su cuerpo que se resisten a ejercicios y dietas. Este tratamiento quirúrgico estético también es apto para personas que deseen definir su musculatura cuando se utilizan técnicas de alta definición. Para aplicar por un tratamiento de lipoescultura es necesario contar con una evaluación médica que garantice un estado de salud óptimo que no represente un riesgo durante la cirugía estética.

Mitos y verdades sobre la liposucción

Mi­to 1. Des­pués de la li­po­suc­ción se re­cu­pe­ra la gra­sa per­di­da.

Res­pues­ta: es­to es in­co­rrec­to. Por el con­tra­rio, las zo­nas as­pi­ra­das tien­den a man­te­ner la for­ma. Si bien el pa­cien­te ba­ja de pe­so tras una li­po­suc­ción a cau­sa de la eli­mi­na­ción de gra­sa (aun­que, co­mo de­cía­mos an­te­rior­men­te, es­te no es el ob­je­ti­vo de la ci­ru­gía), la fi­na­li­dad prin­ci­pal de la li­po­suc­ción es la de mo­de­lar el con­tor­no cor­po­ral. La mu­jer tien­de a jun­tar gra­sa en las ca­de­ras, cin­tu­ra y mus­los, y el hom­bre en ab­do­men y cin­tu­ra; pe­ro des­pués de una li­po­suc­ción es más di­fí­cil acu­mu­lar gra­sa en ese sec­tor por­que se for­ma una zo­na de fi­bro­sis que im­pi­de que es­to su­ce­da (siem­pre que el pa­cien­te no va­ya ha­cia un so­bre­pe­so de en­ver­ga­du­ra). Pa­ra ser más cla­ros, la gra­sa que ha­bía has­ta el mo­men­to es rem­pla­za­da por te­ji­do fi­bro­so, ci­ca­tri­za­do. No se ne­ce­si­ta de cui­da­dos es­pe­cia­les, só­lo man­te­ner la ca­li­dad de vi­da de cual­quier per­so­na que quie­re es­tar en for­ma.

Mi­to 2. La piel de las zo­nas as­pi­ra­das que­da­rá flá­ci­da.

Res­pues­ta: la piel es co­mo un elás­ti­co, que se es­ti­ra cuan­do hay un so­bre­pe­so. Si es­te so­bre­pe­so es le­ve a mo­de­ra­do es pro­ba­ble que la piel man­ten­ga una elas­ti­ci­dad ló­gi­ca y, por lo tan­to, tras una li­po­suc­ción tien­da a re­traer­se y rea­co­mo­dar­se. Uno de los re­qui­si­tos de la li­po­suc­ción es que la piel ten­ga bue­na elas­ti­ci­dad: si el pa­cien­te ha te­ni­do un so­bre­pe­so gran­de, la piel se es­ti­ra tan­to que se ter­mi­na “rom­pien­do” y ahí no só­lo hay que qui­tar la gra­sa, si­no tam­bién piel que so­bra. Es im­por­tan­te que el ci­ru­ja­no ten­ga buen cri­te­rio pa­ra in­di­car co­rrec­ta­men­te la li­poas­pi­ra­ción en ca­da pa­cien­te. Te­ne­mos que sa­ber, ade­más, que la fla­ci­dez tie­ne que ver con la piel de ca­da per­so­na: si por sus con­di­cio­nes ge­né­ti­cas, por­que se cui­da o por­que es de­por­tis­ta esa piel tie­ne una acep­ta­ble ca­li­dad, és­ta tien­de a vol­ver a su nor­ma­li­dad tras la li­po­suc­ción. Pe­ro pue­de su­ce­der que por una pre­dis­po­si­ción ge­né­ti­ca, la piel se al­te­re mu­cho con pe­que­ños es­ti­ra­mien­tos. En es­tos ca­sos se pue­den em­plear mé­to­dos com­ple­men­ta­rios co­mo fi­sio­te­ra­pia es­té­ti­ca, con los que es po­si­ble me­jo­rar la ca­li­dad de la piel, nu­trir­la, hu­mec­tar­la, dar­le una me­jor elas­ti­ci­dad. Pe­ro cuan­do ya es­tá muy es­ti­ra­da es co­mo un elás­ti­co ven­ci­do, no tie­ne vuel­ta atrás.

Mi­to 3. La li­po­suc­ción es el me­jor mé­to­do pa­ra ba­jar de pe­so.

Res­pues­ta: es­to es in­co­rrec­to. Los pa­cien­tes se agru­pan en dis­tin­tas ca­te­go­rías de acuer­do a su pe­so. Un pa­rá­me­tro que se uti­li­za pa­ra ver el gra­do de so­bre­pe­so es el In­di­ce de Ma­sa Cor­po­ral (pe­so so­bre al­tu­ra al cua­dra­do). Cuan­do el va­lor de es­te ín­di­ce es ma­yor de 25, exis­te un so­bre­pe­so. Es im­por­tan­te co­no­cer es­to por­que una li­po­suc­ción co­rrec­ta­men­te in­di­ca­da, en­tre otros fac­to­res de­be te­ner en cuen­ta que la pa­cien­te ten­ga un so­bre­pe­so le­ve a  mo­de­ra­do. En  ge­ne­ral, el pa­cien­te bus­ca ba­jar de pe­so de la for­ma más fá­cil y en el idea­rio po­pu­lar se cree que si as­pi­ran to­da su gra­sa que­da­rán fla­cos, pe­ro no es tan así. Téc­ni­ca­men­te, se pue­de as­pi­rar to­da la gra­sa que se quie­ra en un pa­cien­te con un so­bre­pe­so im­por­tan­te -de 20 a 25 ki­los o más-, pe­ro es­to no es ade­cua­do des­de un pun­to de vis­ta mé­di­co por­que im­pli­ca qui­tar una gran can­ti­dad de te­ji­do que el or­ga­nis­mo es­tá acos­tum­bra­do a te­ner y por lo tan­to se pue­de pro­vo­car una des­com­pen­sa­ción muy im­por­tan­te. Esas des­com­pen­sa­cio­nes au­men­tan los ries­gos de la ci­ru­gía (se al­te­ra el flu­jo san­guí­neo, se pue­de ge­ne­rar una in­fec­ción, etcétera) y no se va a lo­grar un re­sul­ta­do óp­ti­mo. En­ton­ces, en ge­ne­ral, la li­po­suc­ción se de­be in­di­car a gen­te que es­tá me­dia­na­men­te en su pe­so y que tie­ne al­te­ra­da la for­ma de su con­tor­no; es un mé­to­do pa­ra mo­de­lar. Un pa­cien­te con mu­cho so­bre­pe­so tie­ne que ba­jar de pe­so an­tes de ope­rar­se.

Mi­to 4. Pue­do in­yec­tar en mis glú­teos la gra­sa ob­te­ni­da de una li­po­suc­ción, pe­ro si ba­jo de pe­so és­tos se cae­rán.

Res­pues­ta: la li­po­trans­fe­ren­cia de gra­sa se uti­li­za hoy co­mo com­ple­men­to en las ci­ru­gías de con­tor­no cor­po­ral, ya que esa gra­sa que ex­trae­mos po­de­mos lue­go in­yec­tar­la en glú­teos, con la fi­na­li­dad de au­men­tar su ta­ma­ño y dar­les for­ma. En ge­ne­ral esa gra­sa se reab­sor­be en un 20% o 30% y la pa­cien­te sue­le te­ner du­das acer­ca de qué pa­sa­rá con el 70% res­tan­te si ba­ja más de pe­so, pen­san­do que la mis­ma va a de­sa­pa­re­cer. Pe­ro es­to no es así por­que esa gra­sa, que se in­yec­ta den­tro del mús­cu­lo, tien­de a trans­for­mar­se. En par­te, se for­ma una fi­bro­sis allí, lo que ha­ce que es­te vo­lu­men apor­ta­do no se pier­da si se ba­ja de pe­so. En otras pa­la­bras, la gra­sa pa­sa a for­mar par­te de los te­ji­dos de la zo­na.

Mi­to 5. En la piel de las zo­nas as­pi­ra­das apa­re­cen man­chas per­ma­nen­tes.

Res­pues­ta: des­pués de una li­poas­pi­ra­ción se pro­du­ce la in­fla­ma­ción de al­gu­nas áreas, con la apa­ri­ción de mo­re­to­nes que se van reab­sor­bien­do con el tiem­po y de­sa­pa­re­cen. Pe­ro en al­gu­nos ca­sos, co­mo los pa­cien­tes que no se cui­dan so­bre to­do de la ex­po­si­ción so­lar du­ran­te el posope­ra­to­rio, la apa­ri­ción de esos mo­re­to­nes pue­de man­char la piel. En­ton­ces, es in­co­rrec­to afir­mar que to­da li­po­suc­ción ge­ne­ra irre­me­dia­ble­men­te man­chas; por el con­tra­rio, es­to pue­de ocu­rrir en aque­llas pa­cien­tes que no res­pe­tan las in­di­ca­cio­nes posope­ra­to­rias y que se ex­po­nen al sol du­ran­te el pe­río­do de re­cu­pe­ra­ción.

Mi­to 6. Si soy una per­so­na ma­yor no voy a ob­te­ner bue­nos re­sul­ta­dos.

Res­pues­ta: la li­po­suc­ción es una ci­ru­gía to­tal­men­te po­si­ble en per­so­nas ma­yo­res y de he­cho ca­da vez más mu­je­res adul­tas bus­can es­te pro­ce­di­mien­to. Pe­ro sí es muy im­por­tan­te en es­tas pa­cien­tes te­ner en cuen­ta cuál es el es­ta­do de la piel. Si la pa­cien­te se ha cui­da­do y man­te­ni­do a lo lar­go de su vi­da, ade­más de te­ner bue­na ge­né­ti­ca, el re­sul­ta­do pue­de ser igual­men­te óp­ti­mo que en una per­so­na jo­ven. In­sis­ti­mos en que to­do de­pen­de de un buen diag­nós­ti­co y de rea­li­zar el pro­ce­di­mien­to en ma­nos ex­per­tas.

Mi­to 7. Si me ha­go una li­poab­do­mi­no­plas­tia no voy a po­der que­dar em­ba­ra­za­da.

Res­pues­ta: en pri­mer lu­gar de­be­mos acla­rar qué es una li­poab­do­mi­no­plas­tia. Es­te pro­ce­di­mien­to com­bi­na li­po­suc­ción con la eli­mi­na­ción de piel so­bran­te en la zo­na ab­do­mi­nal y, en mu­chos ca­sos, se re­quie­re aco­mo­dar los mús­cu­los de la zo­na. Es muy co­mún en pa­cien­tes que tie­nen el ab­do­men caí­do, tras ha­ber te­ni­do em­ba­ra­zos o ha­ber ba­ja­do mu­cho de pe­so. En es­te mar­co, una pa­cien­te pue­de so­me­ter­se a una li­poab­do­mi­no­plas­tia sin nin­gún ti­po de con­se­cuen­cia ne­ga­ti­va pa­ra un fu­tu­ro em­ba­ra­zo. Lo que sí se re­co­mien­da en esos ca­sos es en­gor­dar lo ade­cua­do du­ran­te el em­ba­ra­zo y cui­dar mu­cho la piel. Pe­ro no es una con­train­di­ca­ción.

Mi­to 8. Es po­si­ble so­me­ter­se a una li­po­suc­ción o ab­do­mi­no­plas­tia du­ran­te el par­to o ce­sá­rea.

Res­pues­ta: si bien se sa­be que mu­chas “fa­mo­sas” lo han he­cho al te­ner a sus hi­jos, es­to no es lo re­co­men­da­ble, en ab­so­lu­to. Es que to­dos esos te­ji­dos que se es­tán to­can­do han su­fri­do cam­bios fi­sio­ló­gi­cos in­he­ren­tes al em­ba­ra­zo y, por en­de, lue­go de dar a luz tien­den a vol­ver a su lu­gar. En­ton­ces, por un la­do, los te­ji­dos es­tán al­te­ra­dos y por lo tan­to no es po­si­ble sa­ber cuán­to tiem­po de­mo­ra­rán en re­traer­se, y, por otro la­do, al es­tar en tra­ba­jo de par­to o ce­sá­rea se pue­den au­men­tar las com­pli­ca­cio­nes. En nues­tro cri­te­rio, no es una prác­ti­ca re­co­men­da­ble.

Con­di­cio­nes ne­ce­sa­rias pa­ra so­me­ter­se a una li­po­suc­ción:

1- No te­ner en­fer­me­da­des im­por­tan­tes de ba­se (dia­be­tes, pro­ble­ma au­toin­mu­ne, pro­ble­mas de hi­per­ten­sión, hi­po­ti­roi­dis­mo, son con­di­cio­nan­tes re­la­ti­vos). Y te­ner los pa­rá­me­tros de la­bo­ra­to­rio óp­ti­mos (que no es­té ané­mi­ca, so­bre to­do).

2- Que es­té en bue­nas con­di­cio­nes nu­tri­cio­na­les, con un buen ni­vel de pro­teí­nas.

3- Que no ten­gan un so­bre­pe­so im­por­tan­te.

4- Que ten­ga un de­sa­rro­llo psi­co­fí­si­co ade­cua­do (ma­yo­res de 18 años).

5- Que la piel man­ten­ga me­dia­na­men­te una bue­na ca­li­dad.

Diagnóstico online
Realizamos un diagnóstico online exclusivo para usted
más información