Ciruelas, sanas para tu interior y tu exterior
Las ciruelas son muy apetecibles en primavera y en verano, en ambas estaciones se encuentran en los mercados, tanto las amarillas como las moradas.
Es el fruto del ciruelo (Prunus domestica), un árbol que pertenece a la familia de las rosáceas y al género prunus, como el melocotón y el almendro.
Existen muchísimas variedades de ciruelas, que se diferencian no sólo en su color sino también en su tamaño. Además, algunas poseen una pulpa o carne de color rojizo o amarillo, otras pueden ser blancas o verdes.
El principal componente de las ciruelas es el agua (en un 80%), y como apenas contiene grasa es muy recomendable en las dietas de adelgazamiento, por su bajo contenido calórico y su acción drenante.
Además, debido a su aporte en vitamina A mantiene en buen estado la piel, las mucosas y la vista, y como tiene un gran efecto diurético resulta muy efectiva en caso de reumatismo, enfermedades renales y gota.
Es una gran aliada contra el estreñimiento, para lo que se consume tanto fresca como seca, en mermelada o en compota. Incluso mezclada con el yogur en el desayuno, aunque para casos más agudos existe un procedimiento que consiste en dejar en remojo varias ciruelas pasas en agua toda la noche y la mañana siguiente se comen las ciruelas y también se bebe el agua.
Además, gracias a su elevado contenido en antioxidantes naturales las ciruelas son ideales a la hora de reducir la acción de los radicales libres, por lo que benefician el aspecto de tu piel desde dentro y te ayudan a prevenir las arrugas.
Consúmelas como prefieras, aunque ya sabes que siempre es mejor optar por la fruta de temporada para asegurarte el mejor sabor y todos sus beneficios saludables.