¿Qué hacer si te quemas tomando el sol?
Llega el verano, el buen tiempo, las piscinas, las playas, más tiempo en la calle, y más horas de sol intenso. Y lo cogemos con muchas ganas, sobre todo los primeros días, porque todos deseamos lucir un tono doradito y favorecedor.
A estas alturas todo el mundo sabe que el sol es bueno para la piel únicamente en pequeñas dosis y con la protección adecuada, porque aporta vitamina D, aumenta los niveles de serotonina y mejora la calidad de nuestros huesos y la piel. Sin embargo, aún hay veces que, por descuido o imprudencia, nos quemamos al sol y estas quemaduras causan enrojecimiento en la piel, inflamación y dolor, llegando a formar ampollas si la quemadura ha sido muy grave.
Puede que no tengas una quemadura muy evidente, pero el principal signo es el enrojecimiento de la piel, que alcanza su máximo generalmente entre las 6 y las 24 horas tras la exposición y suele acompañarse de molestias o dolor.
¿Qué hacer si te quemas tomando el sol?
Lo más importante es hidratar bien la piel, y para ello la mejor textura es la de las cremas e incluso los aceites, sobre todo aquellos que llevan un componente calmante como el aloe vera. Si guardamos estas cremas en la nevera la sensación de alivio será aún mayor.
Las cremas after sun suelen tener fórmulas ligeras que incluyen componentes que ayudarán a calmar las molestias asociadas.
Hidratarse por dentro también ayuda a regenerar esa piel quemada, ya sea con agua, zumos de frutas o verdura. Otra forma de aliviar la quemazón es aplicando compresas de agua fría en la zona quemada hasta que logremos bajar la temperatura corporal.
Por otra parte, a la hora de ducharnos es recomendable usar el agua lo más fría posible, para bajar la temperatura del cuerpo y aliviar el escozor y el picor, y olvidar las esponjas y los guantes de crin durante un tiempo, a la vez que usaremos un gel con el ph ligeramente ácido.
La piel tiene memoria: cada célula que se haya quemado retiene esa información y aunque la piel se regenere ese dato queda registrado para siempre, así que cuantas más quemaduras se tengan en el mismo sitio, más probabilidades existen de padecer en un futuro cáncer de piel, por lo que si nos hemos quemado es mejor olvidar el sol durante el resto de la temporada, o esas células se degenerarán aún más.
De cualquier manera es necesario acudir al médico en caso de que aparezcan quemaduras extensas con ampollas, si empezamos a tener fiebre o si sentimos escalofríos o dolor de cabeza.