¿Cómo reducir la punta de la nariz sin cirugía?
Cuando preguntamos qué parte de tu cuerpo o de tu rostro cambiarías o qué intervención te realizarías, entre los elementos más nombrados están el aumento del pecho, la liposucción y la rinoplastia. Es decir, que la nariz se encuentra entre las tres partes del cuerpo más discordantes y que más insatisfacciones produce. Narices grandes, o muy curvadas, o demasiado respingonas, narices torcidas o con los orificios muy abiertos…
Pero también es cierto que muchas personas sobrellevan ese defecto o esa incomodidad respecto con tal de no tener que pasar por un quirófano. Además, con los programas de televisión en los que se muestra con detalle cómo es la intervención y el tiempo que necesita de post operatorio, muchos más posibles candidatos han decidido dejar las cosas como están.
Sin embargo hay una opción que desde hace ya bastantes años se lleva a cabo con resultados muy satisfactorios para aquellas personas que quieren reducir la punta de la nariz sin cirugía, que no exige anestesia general, ni quirófano ni aparatosos moratones o vendajes tras la cirugía de nariz.
La rinomodelación es una realidad perfectamente viable y efectiva; además es un tratamiento que ha avanzado bastante, porque hace unos años únicamente permitía resultados temporales, pero en la actualidad pueden ser permanentes.
Es cierto que no es la solución a todos los tipos de nariz, porque con la rinomodelación se permite modificar la curvatura de la nariz e incluso elevar la punta de la nariz, pero no se realizan cambios en el hueso. Además, no está indicada para tratar problemas funcionales como desviaciones de tabiques o cornetes, sino solamente tiene fines estéticos.
Éste es un procedimiento ambulatorio, que no requiere hospitalización, y que resulta rápido y eficaz, con una duración de pocos minutos, tras lo cual el paciente puede irse a su casa.
El procedimiento para reducir la punta de la nariz sin cirugía es muy sencillo: el médico evalúa la nariz del paciente y decide qué zonas hay que rellenar para establecer una armonía o una simetría, o para hacer menos evidente que la punta de la misma está curvada o caída. Mediante una micro aguja van introduciendo materiales reabsorbibles y va moldeando la zona, hasta obtener el resultado perfecto. Este compuesto natural, que ya está presente en el cuerpo humano, es por tanto biocompatible, y se va endureciendo al entrar en la piel, por lo que no es necesario colocar tablillas ni vendajes para mantenerlo en el sitio elegido. Se trata de crear algo así como una estructura que evoluciona con la cara y después sólo hay que ir manteniendo con retoques cada cierto tiempo, porque está sujeta al tipo de relleno que se aplique, ya que el efecto es reversible, aunque con un lapso de duración entre ocho a doce meses. Los resultados son inmediatos, desde la primera aplicación.