¿Qué cuidados necesita mi barba? – Luce una barba perfecta
La piel de la barba es gruesa y resistente pero está sometida de modo continuo a factores agresores que pueden provocar su irritación y deterioro. Por este motivo, es imprescindible mantener una buena rutina de cuidados con nuestra barba, intentando mantener la piel hidratada y el vello frondoso y firme.
Uno de los problemas más comunes cuando existe una carencia de cuidados en la barba es la aparición de ciertos copos blancos que se acumulan en nuestra ropa, almohada e incluso en el propio vello facial, escamas de piel conocidas como caspa que nos provocan inseguridad en el día a día.
Con frecuencia, la producción de caspa se vincula al estrés y los hábitos de vida, y aunque sea obvio, es necesario puntualizar que, para lucir una barba bonita hay que asegurarse de dormir suficiente, beber mucha agua, hacer deporte y tener una dieta sana. En resumen, llevar una vida lo más saludable que sea posible.
Hay otros factores que pueden provocar la aparición de la caspa en la barba, como la propia genética, excesiva sudoración o el uso de jabones alcalinos. El uso de champús, aun siendo anticaspa para la cabeza, también juega en nuestra contra, pues estos suelen ser demasiado ásperos. Por ello, es recomendable usar jabones específicos en el cuidado de la barba, con composiciones que respeten la piel y vello facial. Este cambio es el que suele acabar con la mayoría de casos de caspa y descamación.
Por otra parte, cabe destacar que el agua puede ser una gran aliada en los cuidados de nuestra barba pero también un gran enemigo.
Dejar la barba húmeda tras una ducha puede causar sequedad en la piel debido al efecto de secado de agua dura. Es conveniente escurrir o frotar los pelos de la barba para eliminar el exceso de agua, secar la barba con un secador de pelo fijado en un lugar fresco, y evitar el uso de aire caliente, ya que el calor puede irritar la piel. Así, reduciremos las posibilidades de sufrir cualquier alteración en la piel o el vello.
En última instancia, si el problema persiste, es recomendable pedir cita a un dermatólogo que estudie a fondo nuestro caso.
